

Episode 20
Episode 120 | 45m 25sVideo has Closed Captions
When one of Pedro Ramirez's friends falls seriously ill, he is rushed to Eloisa for the diagnosis.
When one of Pedro Ramirez's young friends falls seriously ill, Ramirez rushes him to Eloisa, who diagnoses the boy with appendicitis. Despite lacking full resources, she operates and saves the boy. Meanwhile, one of Gaspar's station policemen notices Cardenas's suspicious behavior and follows him, uncovering his connection with Gregorio.
Hijos Del Desierto (Sons of the Desert) is presented by your local public television station.
Distributed nationally by American Public Television

Episode 20
Episode 120 | 45m 25sVideo has Closed Captions
When one of Pedro Ramirez's young friends falls seriously ill, Ramirez rushes him to Eloisa, who diagnoses the boy with appendicitis. Despite lacking full resources, she operates and saves the boy. Meanwhile, one of Gaspar's station policemen notices Cardenas's suspicious behavior and follows him, uncovering his connection with Gregorio.
How to Watch Hijos Del Desierto (Sons of the Desert)
Hijos Del Desierto (Sons of the Desert) is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship♪♪ ♪♪ [Disparo] ¡Alto!
¡No se muevan!
♪♪ ¡Entren!
[Disparo] ♪♪ [Grito] ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ [Golpes a la puerta] Soto.
Estoy comparando las huellas con las que tenemos en los archivos para ver si hay alguna coincidencia.
Bien.
Soto, yo fui educado como anglicano, así es que no conozco mucho de estas cosas.
¿Usted me podría decir qué virgen es esta?
La verdad es que yo no soy muy religioso, así que no, no tengo idea, pero... ¿Y de la medalla en sí?
¿Qué me puede decir?
Bueno, de la medalla, que es una medalla de plata, de baja ley, barata.
Y por la corrosión del metal, por el desgaste, se ve que es antigua.
También por el cuero, está reseco.
Yo diría que data de unos 30 ó 40 años.
¿En qué está pensando, comisionado?
La traigo de vuelta mañana.
Conozco a alguien que me pueda ayudar.
Con permiso.
Adelante.
♪♪ ¿Estás hablando en serio?
Sí.
¿Tú te das cuenta de lo que me estás pidiendo, no?
¿Quieres que mate a un hombre?
Ahora la pregunta en realidad, ¿por qué te importa tanto Pedro Ramírez?
Es un delincuente.
Mentira.
Me... Señora.
Sí, Ester, dime.
Tenemos un percance en la cocina.
Ahora no.
Sí, señora.
Tiene que ser ahora.
♪♪ Vuelvo enseguida.
Sí.
♪♪ ♪♪ ♪♪ ¿Qué te pasa?
¿Cómo te atreves a importunarme así?
Señora, usted no puede pedirle eso al señor Bortmann, por Dios.
Ah.
Estabas escuchando detrás de la puerta.
Yo le prometí que la iba a ayudar y eso es lo que estoy tratando de hacer.
No voy a permitir esta falta de respeto.
Usted no puede confiar en ese hombre.
No me digas lo que tengo que hacer.
Gregorio no está haciendo nada.
¿Qué quieres?
¿Que vaya yo misma a matar a Pedro Ramírez?
Cornelius Bortmann es un hombre vulgar y oportunista que solo quiere la ruina de esta familia.
Te estás extralimitando, Ester.
Y usted está desesperada y no está pensando con claridad.
♪♪ Piense un poco.
Piense en Gaspar.
Piense en lo que podría pasar si nuestro secreto queda en manos del señor Bortmann.
¡Shh!
Permiso.
♪♪ Por favor, señora.
♪♪ Qué bueno que te atendiste solo.
¿Cómo estaba lo de la cocina?
Tuve que apagar un pequeño incendio.
Recordé que esta casa es casi entera tuya, pero no te preocupes, tu inversión está a salvo.
Pero el que no está a salvo es Pedro Ramírez, ¿no?
Era una broma.
No, no era broma.
Cornelius Borman, German people.
Tan literales.
Nada, me ofreciste protección, y quería saber hasta, hasta dónde eras capaz de llegar.
No era broma.
Era broma.
No.
¿Interrumpo?
Necesito hablar urgente contigo.
No, yo no tengo nada que hablar contigo.
¿Prefieres que mande a Herr Braun para que te convenza personalmente?
♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ No sé lo que le pasa al negro, no entiendo por qué anda tan malas pulgas esa huevón.
Porque no se quiere meter en más forros con los futres y harta razón que tiene.
Es porfiado, es terco como una mula, ¿por qué no quiere ver más allá?
A ver, espérate un poquito, que vos te creáis más vivo que el resto no significa que te la sepáis toda.
El negro tiene harta más calle que vos.
Ese el problema de ustedes.
Creen que tienen tanta calle, se creen tan inteligentes que no tienen nada que aprender?
El mundo está cambiando, huacha.
Si no nos subimos a ese tren nos vamos a quedar abajo.
¿Sabes cuál es el problema?
El problema es que a vos se te están subiendo los humos a la cabeza y estáis mirando a todo el mundo en menos.
A todos, al negro, a mí.
Ese es el problema, si hasta tenís gustos más pitucos ahora.
¿De qué estáis hablando?
Vos sabís de lo que estoy hablando.
¿Qué están mirando ustedes dos?
A ver, di las cosas como son.
No andes con indirectos.
¿Dónde vas?
A ver, a ver, a ver, ¿por qué no decís las cosas como son?
¿No sois tan choras?
Ah, si ya entendiste ya que ahora hay que tener que, estudios en la universidad pa' hablar con vos.
¿Ah?
¿Viste que hablas...gato?
A ver.
Lilo: ¡Pedro!
¡Pedro!
¿Qué pasó?
¡El Piojo!
¿Qué le pasó?
¡Piojo se está muriendo!
¿Dónde está?
¡Se está muriendo!
¡Piojo!
¡Ayúdame, Pedro!
¡Sale, sale, sale!
¡Me duele la guata, gato!
¿La guata?
Quiero ir al hospital.
Quiero ir al hospital, por favor.
Tiene cualquier fiebre, Pedro.
Ya, ya, vamos.
Vamos, vamos.
Vamos a ir donde la doctora.
Vamos, vamos.
Tranquilo.
Se va a solucionar, la doctora nos va a ayudar.
Tranquilo.
Aguanta, aguanta.
Usted es hombre, ¿eh?
Usted es hombre, usted es fuerte.
Aguanta, aguanta.
Ya se lo dije a ese nazi en su cara.
No voy a trabajar con ese roto de... así que no tiene por qué insistir.
No soy un lamebotas como tú.
Por si no lo sabes, nosotros hicimos un trato con el diablo.
Y si Herr Braun quiere que trabajemos con Pedro Ramírez, vamos a trabajar con Pedro Ramírez.
Ya.
¿Algo más o solo viniste a lloriquear?
¿Tú y tu mujer qué tienen con Pedro Ramírez?
¿Mi mujer?
¿Qué, hablaste con Antonia?
¿Qué hay entre tú y los Ramírez realmente?
¿Entre yo y...?
Sí.
¿Qué puede haber entre ese pelafustán?
¡No seas ridículo!
Tu problema es que confundes la valentía con la estupidez.
Y con esto te estás hundiendo.
Yo no tendría ningún problema.
El problema es que me estás hundiendo a mí.
¿Sabes, Foreman?
Yo estoy en mi país, soy el director general de aduanas, soy el presidente del círculo de oficiales navales en retiro y ningún extranjero recién llegado va a venir a intimidarme.
¿Qué puede hacer?
¿Matarme?
Por favor.
Yo no soy un cualquiera.
Mira el mapa que está detrás tuyo.
Sí, el globito.
Mira dónde está Chile.
Al final de América, en el culo del mundo.
Y América es el culo del mundo.
O sea, tus honores, tu familia, tus títulos son el culo del mundo.
Son una... no valen absolutamente nada.
Alemania es el centro del planeta.
Y uno con Alemania tiene dos opciones.
O trabajamos con ella y nos hacemos multimillonarios o nos vamos a la...y yo no me quiero ir a la... ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y yo?
El honor.
Sí, Yo no permito que me pisoteen, mucho menos por plata.
Supongamos que tienes un poco.
¿Te has fijado en Herr Braun?
¿Has mirado su uniforme?
Bueno, tú eres militar, tienes que haber visto los dibujitos que tiene.
Dicen que no es del ejército regular alemán.
No, él es un SS, policía militar alemana.
Ellos son fanáticos, son capaces de hacer cualquier cosa.
Son capaces de matar por su Führer.
Gregorio, por favor, yo te pido que recapacites.
Yo entiendo que odias trabajar con el peliento de Ramírez, pero vamos a tener que trabajar con Ramírez.
Y no se te ocurra tocarle ni un solo pelo, porque si lo haces, nos hundes a los dos.
♪♪ ♪♪ ¿Qué pasa?
Tengo derecho a saber qué están tramando tú y mi marido.
Lo de siempre, querida.
Tu marido es un... Te lo digo de todo corazón.
Abandona este barco.
No te hundas con él.
Y yo sé que tienes algo con Pedro Ramírez.
Y si no me lo cuentas tú, lo voy a averiguar yo.
♪♪ ♪♪ ♪♪ Sabe dónde encontrarme.
♪♪ ♪♪ [Golpes a la puerta] Pedro: ¡Doctora, doctora!
[Piojo gritando] ¡Doctora, ayuda, por favor!
[Piojo gritando] ¡Doctora, la necesitamos!
¡Doctora!
¡Doctora, el piojo está muy grave, algo le pasó!
¡Me duele, doctora!
Vengan por acá.
¡Por favor, ayúdame!
¡Aguanta, aguanta, aguanta, aguanta!
¡Aguanta, aguanta, aguanta!
¡Me duele!
¡Tranquilo, tranquilo!
¡Tranquilo!
¡La doctora te va a ayudar!
¡La doctora te va a ayudar!
Tranquilo.
¿Me puede decir donde te duele?
¡Acá, acá!
¡Deje que la doctora lo revise!
¡Deje!
[Piojo llorando] ¡Mírame, mírame!
¡Va a salir esto!
¡Veamos, usted es fuerte!
Operadora, comuniquemos urgente con el hospital Van Buren.
Doctora, ¿qué pasa?
¿Es grave?
Apendicitis aguda.
¿Y eso?
Buenas tardes.
Soy la Dra.
Elisa González.
Sí, estoy llamando desde el consultorio de la Matriz.
Miren, les voy a trasladar urgente a un niño con apendicitis aguda, para que tengan todo listo y le avisen al cirujano de turno, ¿ya?
[Piojo gritando] ¿Cómo?
¿Cómo que no hay pabellón disponible?
Pero esto es urgente.
[Piojo gritando] Imposible.
No, no puede esperar tanto.
Tranquilo, va a salir todo bien.
[Piojo gritando] Doctora, ¿qué pasa?
Un accidente de tránsito en el camino hacia Viña, y no hay pabellón disponible.
Ni en Viña ni en Valparaíso.
¿Qué vamos a hacer?
Hay que llevarlo a Santiago, Tengo un auto esperando fuera.
No puede esperar tanto.
Lilo, ven acá, por favor.
Anda buscando urgente a la hermana Helena del lado de acá.
Sí, doctorcita.
Doctora, ¿qué pasa?
Vamos a tener que operar acá.
¿Acá?
Sí, no es ideal, pero si no lo hacemos, el niño se nos muere.
Piojito, Piojito.
Piojo, mira, escúchame.
Eres fuerte, ¿no es cierto?
Sí.
La doctora, la doctora te va a ayudar.
La doctora lo va a solucionar, ¿ya?
Aguanta, aguanta, aguanta.
Aguanta, aguanta, aguanta, aguanta, aguanta.
Va a salir todo bien, va a salir todo bien.
[Piojo gritando] ♪♪ ♪♪ Ya, po, Lilo, oye, el Piojo va a estar bien.
No, se va a morir.
No.
Mi amigo se va a morir y me voy a quedar solo.
No, Lilo, no digas eso.
Oye, tu amigo no se va a morir.
¿Has escuchado el dicho que dice, hierba mala nunca muere?
El Piojo no es nada malo.
No, pues hombre, si es un dicho.
No, si ese cabro chico es más fuerte que todos nosotros juntos.
Claro, pues hombre.
¿Qué te pasa?
¿Por qué tenías esa cara?
¿Te sentís culpable?
Fue mi culpa.
Fue mi culpa.
¿Por qué, a ver?
Anoche le di una manzana con gusano y como tenía tanta hambre se la comió igual.
Oye, pero nadie se muere por una manzana con gusano.
Nosotros cuantos nos comimos, gato, cuando éramos chicos.
Todas, pues, todas tenían gusano.
A ver, mira como estamos ahora.
Y otra cosa... ¿Y por qué se enfermó?
Porque otra cosa.
Por otra cosa.
Algo que se llama apendicitis.
Eso dijo la doctora.
Claro.
además tenemos a la mejor doctora de Valparaíso.
El Piojo va a salir mejor que como estaba.
Ya, tranquilo.
A ver, miren, oigan.
Usted tiene que ser fuertes.
¿Es hombre o no es hombre?
Hombres somos fuertes.
Fuerte.
¿Se murió, doctora?
No.
¿Tan poca fe me tienes?
¿Cómo sigue el Piojo?
La operación salió bien, gracias a Dios.
¿Viste que te dije que no se iba a morir?
¿Qué te dije yo?
Te dije.
Ahora hay que cuidarlo para que no se produzca una infección y pueda descansar como corresponda.
Claro, aunque tengamos que amarrarlo a la cama.
No se preocupe.
Tengo que volver.
Bueno, sí.
Oiga, de verdad que... que muchas gracias.
¿Lo puedo ver, doctora?
Todavía no.
Hay que tener un poco de paciencia.
Pero tu amigo va a estar bien, no te preocupes.
Va a estar bien, hombre.
Hay que confiar en la doctora.
Permiso.
Por favor.
Viste, qué bien.
Ya, viste, se salvó.
Va a estar todo bien.
Si no pasó nada.
Ya.
Ya, démonos un abrazo.
Va a estar todo bien.
Ay, el Piojo.
♪♪ Doctorcita.
no acepto un no por respuesta.
♪♪ Lo que hizo usted hoy, operar en esas condiciones, no lo hace cualquiera.
Esto lo hicimos las dos, hermana.
Sin su ayuda yo no habría podido lograrlo.
Salud.
Por nosotras dos.
[Risas] ♪♪ ¡Ah!
[Risas] Ay, Eloisa.
Gracias.
Gracias por todo lo que haces aquí.
Dios te bendiga.
♪♪ No, no te asustes.
No vengo a discutir contigo, capitán.
Sé que ha estado sometido a mucha, mucha presión.
Y yo, a lo mejor, fui un poco injusta contigo.
No es tu culpa.
Bueno, tampoco es mi culpa.
En realidad, sabíamos que algo así podía pasar.
Lo importante ahora es enfrentar la realidad, y esa realidad es que si Pedro Ramírez sigue vivo en las calles, Gaspar sigue en peligro.
¿Tú crees que yo no sé lo que estás haciendo, víbora?
Lo que hacen tú y tu sirviente de... diciéndome todo el día lo que tengo que hacer.
Quizás, si tú hubieras hecho bien tu trabajo, no tendría que estar recordándotelo.
No puedo matar a Pedro Ramírez.
Métetelo bien en la cabeza, Antonia.
No puedo.
Porque eres un cobarde.
No vuelvas a llamarme cobarde nunca más en la vida.
Crees estar por encima de todo.
Crees poder controlarlo todo, pero no tienes la menor idea ni siquiera dónde estás parada.
No puedo matar a Pedro Ramírez porque está bajo la protección de Braun.
Ramírez es un delincuente.
¡Cállate y escucha!
No puedo matar a ese delincuente porque está bajo la protección del agregado militar del gobierno alemán.
¿Ahora entiendes lo que te estoy diciendo?
Pensé que querrían un té.
No, no, no.
Sal de aquí, Ester.
Ándate.
Déjanos solos.
Déjanos solos.
Discúlpeme, señor, pero yo creo que la señora tiene razón en estar preocupada.
¿Pero qué está pasando aquí?
O sea, ¿qué... pasa en este país?
De un día para otro, todos los rotos se ensulbaron.
Señor, yo sé que no debo... ¡Por supuesto que no debes!
¡Por supuesto!
¡Ándate a la cocina con el resto de la servidumbre, que es donde debes estar, por la...!
¿Cómo se atreve a tratar así a Ester?
♪♪ ♪♪ Ven por acá.
Sí.
Siéntate ahí.
Ya.
Ya.
Vamos a tratar de hacer esto lo más rápido posible, ¿sí?
Como se lo prometí a tu mamá.
Bueno.
Ahora voy a ir a buscar al detective Soto, que es el que va a hacer el dibujo.
¿Quieres algo mientras tanto?
No, gracias.
¿Un vasito de agua?
No.
¿Y uno de esto?
Ya.
Ya, te lo voy a dejar acá.
Voy y vuelvo.
Okey.
Señor, espere un segundo, espere.
¿Qué pasa?
No, hay para qué hacer el dibujo.
Ahí está el señor que se llevó al Eusebio.
Es él.
Es igual, es él.
♪♪ ♪♪ Darling, cálmate.
No, no voy a permitir que en esta casa se le hable así a Ester ni a ninguna mujer, ¿me escuchó?
No, no me hables así, no seas insolente.
¡No se vaya, le estoy hablando!
Gasparcito, por favor, no es necesario.
Por supuesto que es necesario.
Tú eres muy importante en esta familia y no mereces que nadie te trate así.
Gaspar, Gregorio está consciente de que no fue la forma, pero no quiso ofender a nadie.
Bueno, si está consciente, entonces que le pida disculpas.
¿Perdón?
Que le pida disculpas a Ester ahora.
¡Ándate a la...!
♪♪ ♪♪ Bájate.
Pero si es él, yo vi cuando Eusebio se subió a su auto.
Sí, yo te creo.
Yo te creo, pero necesito que no lo mires, ¿ya?
Que bajes el dedo, que no mires allá, ¿ya?
Ya, escúchame.
Vas a venir conmigo y no vas a hablar con nadie.
¿Me escuchaste?
Con nadie.
Sí.
¿Ya?
♪♪ ♪♪ Escúchame, ahora te vas a ir a tu casa con tu mamá.
¿Ya?
¿Y el dibujo?
No, no te preocupes por el dibujo.
No vamos a hacer el dibujo.
Entonces, vuelvo mañana o... No, no.
No vuelvas mañana, no vuelvas nunca.
Solo sé yo te voy a buscar.
¿Prometido?
Sí, se lo prometo, pero dígame la verdad.
¿Pasa algo malo?
¿Quién es ese señor?
¿Ese señor es malo?
Puede que sí, Perocho.
Puede ser que ese señor sea malo.
Por eso es importante que te vayas y que no le cuentes a nadie lo que hiciste hoy día.
¿Prometido?
Sí.
Ahora a tu casa con tu mamá.
Ya.
Gracias.
De nada.
♪♪ ♪♪ Se me cae la cara de vergüenza por lo que tuviste que vivir, Ester.
No.
No, mi amor, no se preocupe.
Don Gregorio debe tener tantas cosas en la cabeza.
Los negocios, la familia.
Ven.
Y usted, usted que siempre me defiende, eres mi príncipe.
Bueno, si mi papá no lo hace, yo te pido disculpas formalmente a nombre de toda la familia, ¿ya?
No, por supuesto que no.
No es necesario.
Antonia: ¡Claro!
Por supuesto que no es necesario.
La Ester está suficientemente grande como para soportar los berrinches de tu padre.
¿Cierto, Ester?
Por supuesto, señora.
¿Me traes un té?
Por supuesto.
Gaspar: ¿Y tú?
¿Sabes qué le pasa a mi papá?
¿Por qué está así?
Sus negocios, me imagino.
Tú sabes que nunca ha sido bueno para eso.
Claro.
Negocios.
Yo había venido por esto, Ester.
¿La reconoces?
¿Por qué tendría que reconocerla?
Sé que es una virgen, obviamente, pero no sé exactamente cuál y como tú eres católica, pensé que podrías reconocerla.
Ay, es que espérese, es que no... Mire, mi anteojos.
Por acá lo tengo.
¿De dónde sacaste esa medalla, Gaspar?
Me la mandaron de la morgue.
Era de Anselmo Brito, el hombre que asesinaron en la gala y, No sé por qué, pero me resulta muy familiar.
Yo no entiendo por qué te resulta familiar, si tú siempre, en toda tu vida, la única medalla que usaste era la de St. George.
Ay, mamá, tranquila.
No estoy diciendo que la haya usado, sólo estoy diciendo que me parece familiar.
Es que bastante me costó criarte como anglicano, en este país de católicos y... de vírgenes.
Bueno, ¿y?
¿No?
Gasparcito, es que, la verdad es que todas las vírgenes se parecen tanto.
Bueno, gracias, de todas maneras.
Ya, nos vemos más tarde.
Adiós.
Cuídate, darling.
Que le vaya bien.
Señora, tiene que tener cuidado con sus reacciones.
No me diga que tengo que hacer.
Pero es que Gasparcito... ¡Basta, Ester!
¡Basta!
Parece que Gregorio tiene razón.
Estás olvidando tu lugar en esta casa.
Lo que no se te puede olvidar nunca es que yo soy la madre de Gaspar.
♪♪ ♪♪ ¿Todo bien, doctora?
Todo bien.
Sigue evolucionando bien.
Qué bueno.
¿Me convidaría un cigarro?
¿Usted fuma?
No, pero tampoco hago apendicectomías.
¿Es su primera vez?
Sí.
Solo había asistido a un cirujano en una práctica.
Bueno, entonces, se ganó el puchito.
Tome.
Gracias.
[Tos] ¿Todo bien?
Sí, estoy bien.
Parece que le tiene harto cariño al niño.
¿Al Piojo?
Claro que sí, pues.
Lo conozco desde que era un mocoso.
Desde que tiene cinco años.
Se arrancó de un hospicio igual que yo y, bueno, con los cabros lo acogimos.
Es buena persona el niño.
Sí.
Voy a estar en deuda con usted de nuevo.
Ay, Pedro, no digas esas cosas.
Tú sabes que me asusta.
Mire, quería decirle algo, pero no se asuste ni se enoje.
Estuve pensando y, bueno, le voy a pasar plata a usted y a la hermana... Pedro, hoy hablamos del asunto de la plata.
Usted sabe lo que yo pienso.
Lo sé, lo sé.
Sé lo que pienso y la respeto, de verdad.
Pero quiero decirle que le voy a pasar toda la plata para que usted con la hermana la administre.
Así usted no me tiene que pedir permiso, no me tiene que ver la cara ni nada de eso.
Es más, vamos a hacer un trato los tres.
Nadie va a saber que yo les voy a pasar la plata.
Para que usted no crea que yo la hago para mandarme las parte.
¿Qué me dice?
Reconozco que es muy generoso de su parte.
¿Pero?
Si usted quiere hacerlo, está bien, está bien, Pedro.
Pero va a tener que hablarlo con la hermana Helena.
Yo me voy.
Ya está decidido.
Eloisa.
Usted no se puede ir.
Quédese.
Si usted no hubiese estado aquí, el Piojo se nos muere.
Lo que usted hace aquí, lo que usted hace aquí es muy importante.
Pueden contratar a otro médico, Pedro.
No hay nadie como usted.
Nadie.
Usted trae esperanza a estos cerros.
Usted es la luz de este puerto.
♪♪ Pedro, yo le dije ya, mi decisión está tomada.
Las decisiones se pueden cambiar, siempre se pueden cambiar.
Mire, mire, mire, escúchame.
La gente humilde de este puerto va a estar muy feliz si usted se queda.
Ellos necesitan que alguien los cuide.
Que les muestren que la vida puede ser más bonita, más fácil.
Yo también quiero eso para mi gente.
Y si usted se queda, lo podemos hacer juntos.
Yo... Yo también voy a estar muy feliz si usted se queda.
Me tengo que ir, Pedro.
Es mejor que se vaya.
Ha sido un día largo, estamos los dos muy cansados.
No se preocupe por el Piojo, está en buenas manos y yo... Usted es la luz de estos cerros, Eloisa.
Que no se le olvide.
Es la luz de estos cerros.
♪♪ ♪♪ Silva, venga.
¿Ha visto a Soto?
Por la hora, yo creo que lo encuentra en el Cinzano.
¿Y qué anda, Heim?
¿Se supo algo del supuesto testigo?
Nada, comisario.
Ah.
Ve, ¿no le dije yo?
Hay que dudar de esos huevones sapos, po.
Permiso.
Sí, claro.
♪♪ ♪♪ Aló, operadora, ¿me puede comunicar con la casa Sanfuentes Williams, por favor?
Sí, aquí la espero.
Buenas noches, soy el detective Heim, necesito comunicarme con el comisionado Sanfuentes, por favor.
Entiendo, ¿podría dejarle un mensaje?
¿Podría decirle que el detective Heim necesita hablar con él de manera urgente?
Buenas noches, muchachos.
Hombre: Buenas noches, comisario.
Buenas noches.
♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ Hasta que se duerme.
Pero no se quiere ir, no hay caso.
Lilo.
Hombre.
Oiga.
Ya.
Terminó su turno.
Vayan a acostarse.
Que me quiero quedar.
No, no, no.
Si no sacas nada quedándote.
El Piojo va a dormir toda la noche.
Mañana usted se levanta temprano y viene a ver como amanece.
Eso.
Ya.
Ya, partió.
Vamos.
Oye, gatito.
¿Te podés ir tú con él?
¿Y tú?
Yo me voy a quedar un rato más a ver cómo sigue el Piojo.
Ponte el gorro.
Vamos.
¿Se lo puede pasar el Piojo cuando despiertes?
Sí, pues yo se lo paso.
Ni un problema.
Ya, gracias.
Ya, muy buen trabajo.
Vaya a descansar.
♪♪ ♪♪ ♪♪ [Golpes a la puerta] ¡Gregorio!
Pero qué aspecto tienes, Camille.
Pareciera que vas a la ópera.
Disculpe, pero ¿cómo llegó aquí?
Ya que no me invitaron a la inauguración de este lugar, tuve que poner a un hombre a seguirte.
No fue muy difícil, Camille.
Herr Braun, por favor, tengo que irme.
Me están esperando en el Pirandeli.
Tengo un show en 30 minutos.
Pero qué hermoso y pequeño lugar escogió para ti Sanfuentes, querida.
¿Esto es lo que llaman en Chile un nidito de amor?
Por favor, me están esperando.
Tengo que cantar en media hora, se lo ruego.
No, no, no, querida.
Esta noche no habrá espectáculo.
Por lo menos no en ese cabaret de mala muerte.
♪♪ ¿Y usted qué está haciendo acá?
Soy yo el que debería preguntar.
Vine a buscar a mi novia, ¿y usted?
Es un consultorio público, no sabía que había una ley que me impedía estar acá.
Mire... ¿Qué pasó ahora, Eloisa?
¿Otro amigo de Ramírez que llegó herido?
♪♪ Permiso señora, su infusión para dormir.
En este momento no puedo tragar nada.
Si no me necesita para nada más, buenas noches.
Ver a Gaspar con esa medalla en la mano, fue como si me hubiesen enterrado un cuchillo en el corazón.
Era exactamente la misma medalla que traía Gaspar cuando llegó a esta casa.
Y he estado dando vueltas y vueltas pensando por qué ese viejo tenía en su poder esa medalla.
Y pienso que... Pedro Ramírez se la entregó para que buscara a Gaspar y la comparara para encontrarlo.
Afortunadamente nos deshicimos de esa medalla.
Sí, fue una gran idea de su parte.
Sin embargo Pedro Ramírez sigue allá afuera, con su odio, con su resentimiento, revolviendo el pasado.
Y Gregorio dice que no se puede hacer nada contra ese hombre porque está protegido por la embajada alemana.
¿No te das cuenta?
Ese miserable es tremendo.
Cuando era niña, de haber tenido cinco o seis años, hubo una epidemia aquí en el puerto y mi padre para protegernos nos encerró en esta casa durante meses.
Y entonces yo me ponía aquí en este mismo lugar y miraba el puerto y pensaba cómo sería esa plaga, qué aspecto tendría.
Y me imaginaba unos seres horribles que estaban escondidos, acechando y esperando para devorarnos.
Así es como me siento ahora.
Lo entiendo, señora.
Gaspar fue muy noble hoy día al defenderte.
Y yo me puse celosa y fui un poco brusca contigo.
Pero eso no va a pasar nunca más, Ester.
Tenemos que estar juntas en esto para proteger a nuestro príncipe de esa plaga que quiere destruirlo.
Eres la mejor amiga del mundo.
No, no diga eso, señora.
Lo digo, Ester.
Lo digo.
Porque eres la mujer que más ha hecho por mí y por mi hijo.
Gracias.
Y voy a probar tu tizana.
Deliciosa.
Buenas noches.
Buenas noches.
♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ Buenas noches, Don Gregorio.
Cárdenas, espero que me tenga buenas noticias, porque la verdad es que no he tenido un buen día.
Sí, por supuesto, por supuesto.
Oiga, se ve bueno eso que está tomando, ¿qué sería?
Savino.
¡Mmm!
Un manjar, ¿eh?
Lo escucho.
Claro.
Bueno, el trabajo ya está hecho.
El testigo de la gala nos llegó al reconocimiento fotográfico.
Y no va a llegar.
Estoy en deuda con usted.
Claro, Don Gregorio, no hay problema.
Oiga, y... ¿cómo le ha ido con lo mío?
A ver, Cárdenas, yo ya le expliqué mi situación y quedamos en que no le iba a pagar todo al tiro.
Sí, sí, claro, sí, claro.
Lo que pasa es que... un pesito más otro pesito son dos pesitos.
¿Ah?
Aquí le tengo cinco mil más.
Excelente, Don Gregorio, excelente.
Porque así yo puedo dar un pie pa' un chalecito que me estoy.
me estoy comprando y con baño moderno y garaje.
Está bonito, ¿ah?
Está bonito.
¿Sabe?
¿Sabe, Cárdenas?
La verdad es que me siento sobornado por usted.
¿Sobornado?
¿Por qué dice eso?
Y pensándolo bien, ahora que ese hombre ya no está, no tengo por qué seguir pagándole esta suma exorbitante que usted me pidió.
¿Ese hombre ya no está?
¡Ah!
¿Usted, usted piensa, Don Gregorio que yo, que yo me ensucié las manos, que yo soy un asesino?
No, pues.
Que yo soy un policía, soy un servidor público.
Mire, yo le dije al cabro: "Mira, cabro, tú tenís que quedarte calleuque".
Y lo mandé a fondearse, al campo, donde hubo unos parientes.
Y le dije: "Mira, yo todos los viernes te voy a mandar un telegrama, y si un viernes no te llega el telegrama, tú vas a la comisaría más cercana y cuentas todo".
Bien pensado, ¿no?
Lo estaba poniendo feo.
¿Eh, Cárdenas?
Muy bien.
Bueno.
Buenas noches, pues, ¿va?
Buenas noches.
♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ ♪♪ Muchas gracias.
♪♪ Margot, ¿a qué hora sale al escenario?
Todavía no he llegado, don Gregorio.
Pero ¿no debería estar aquí ya?
Debería.
♪♪ ♪♪ ¿Qué pasa, Heim?
¿Qué se le perdió?
Arriba las manos, comisario.
Tranquilo, soy yo, el comisario Cárdenas.
Arriba las manos, le dije.
Oiga, Heim, ¿se puede saber por qué... me anda siguiendo?
Usted sabe perfectamente lo que está pasando.
Ahora ponga las manos donde las pueda ver.
Oiga, Heim, tranquilo, mire que se le puede escapar un tiro.
¡Gregorio Sanfuentes es el asesino de Anselmo Brito!
Y usted lo está encubriendo.
Arriba las manos, le dije.
♪♪
Hijos Del Desierto (Sons of the Desert) is presented by your local public television station.
Distributed nationally by American Public Television